Pienso que José Esteban Cotella, no imaginó jamás que la librería que fundase en abril del año 1927, no solo estuviese activa, sino que permanecería vigente y actualizada como la soñó en aquel entonces.

En su comienzo, su actividad principal era la venta de útiles de librería, libros de actas y servicios de mecanografiado, hasta que en el año 1944, con la incorporación de Albano Ignacio Mallmann, se agrega la prestación de servicio de rúbrica de libros contables y comienza el copiado de comprobantes, mediante el sistema de prensa y gelatina, la impresión de balances y gráfica.

Fue en el año 1985, donde detectamos que el libro copiador, iba sustituyendo a los libros manuscritos, ora por los medios semimecánicos ora por la incipiente computación, por lo que se intensificó el servicio de copiado y se trató de buscar nuevas tecnologías a fin de reemplazar el sistema de copiado vigente.

En marzo de 1995, después de 10 años de un largo peregrinar, descubrimos el sistema de Copiado Directo, el que fue registrado con Patente de invención Nq. 252433, y permitió, no solo prescindir de listados en copiativo, sino que además se comenzó a evitar el uso de papel en las empresas y estudios, ya que la información podía ser enviada a través de medios magnéticos (diskette) hasta llegar a hoy día con CD o Internet.

Hoy hemos incorporado los servicios de aprobación de sistemas ante la IGJ, y gestión societaria, acompañando de esta manera la inserción tecnológica dentro de las áreas administrativo/contables de las empresas.

En definitiva, libros contables, servicio de rúbrica, copiado de comprobantes, impresión de facturas, y autorización de sistemas, son hoy en día, las actividades fundamentales pensadas en la solución y asistencia a estudios contables y empresas, dentro del marco normativo jurídico/fiscal.